Un hombre de 36 años que había llegado al hospital Morelos del IMSS, acompañado de su madre para consulta, acompañado de su madre pues padece esquizofrenia, se salió de control pues al parecer le hacía falta su dosis de calmantes y comenzó a romper cristales del área de Urgencias.
Cuando esto se registraba al interior del nosocomio, los familiares de pacientes que se hallaban en el exterior, escucharon los ruidos que se asemejaban a disparos por lo que asustados llamaron al menos en cuatro ocasiones a los números de emergencias reportando detonaciones de arma de fuego.
Este reporte provoco que fueran enviados agentes municipales y estatales, mismos que a su arribo al hospital, se entrevistaron de inmediato con los guardias y estos contaron que momentos antes el sujeto en cuestión comenzó a tornarse violento y desesperado pues su conducta tardaba y no se había tomado sus medicamentos, luego golpeo los cristales hasta causar daños en algunos y lesionarse las manos.
Al saber esto los policías de inmediato apoyaron a someterlo y los médicos le dieron su dosis para frenar su descontrol, luego un especialista levanto rápidamente un reporte y hoja médica para recomendar su inmediato traslado a la casa de los locos donde seria atendido por profesionales.